El ano y sus infinitas posibilidades, ese es el tema que nos ocupa hoy. Resulta que en el caso de los hombres su punto de máximo placer y sensibilidad, el llamado punto P, está situado junto a la próstata y, lógicamente, la única forma de llegar a él es el ano. En el caso de las mujeres, y aunque los prejuicios insisten en repetir que no les gusta la estimulación anal, hay que señalar que el ano tiene más terminaciones nerviosas que la vagina. Como ves, los datos muestran por qué el sexo anal es la tercera práctica más común después del coito y el sexo oral. Entonces, ¿por qué la cultura de la vergüenza que rodea al placer anal? Estigmas morales y religiosos aparte, las dos principales barreras a la iniciación son el miedo al dolor y la higiene, dos impedimentos, por cierto, fácilmente superables.
La literatura médica describe multitud de casos en los que se han encontrado objetos extraños en el recto: zanahorias, manzanas, botes de desodorante, velas, botellas, tubos de aspiradora, destornilladores e incluso una anguila. En otras palabras, nos gusta explorar, aunque lamentablemente no siempre encontramos la herramienta adecuada para hacerlo. Entonces, comencemos con lo obvio, nada de cañones de escopeta si no quieres terminar en la sala de emergencias.
Antes de empezar, ¿qué es un vibrador anal?
Un vibrador anal es un juguete sexual dotado de al menos un motor para generar vibraciones y que siempre lleva una anilla o tapón de seguridad para evitar sustos. Te recordamos que las diferencias entre el ano y la vagina son numerosas, pero hay dos que siempre debes tener en cuenta. El ano no lubrica de forma natural y en vez de tender a expulsar, como la vagina, tiende a succionar. De ahí la necesidad de recurrir siempre a un buen lubricante y un juguete sexual con tapón de seguridad, dos precauciones que te ahorrarán dolores y una incómoda visita al médico.
Con esto claro, solo queda elegir el tipo de vibrador anal que mejor se adapte a tus gustos y nivel de experiencia:
- Existen vibradores P-spot diseñados para llegar fácilmente al lugar más sensible de la anatomía masculina y masajearlo con diferentes ritmos e intensidades. En esta categoría encontramos algunos tan fantásticos como el Lovense Edge , un masajeador de próstata ajustable que además estimula el perineo y funciona por control remoto a distancias cortas (vía Bluetooth) y a miles de kilómetros (vía app). O el LELO Hugo , un vibrador de lujo que estimula simultáneamente el punto P y el perineo y funciona a control remoto gracias a un control remoto con tecnología SenseMotion. Este tipo de vibrador es perfecto para todos los niveles de experiencia y también para usarlo en pareja.
- Los plugs anales vibradores son el juguete perfecto para iniciarse en la estimulación anal y para combinar con otro tipo de estimulación. La variedad de formas, tamaños y colores es increíble. Desde los clásicos con diseño cónico como el Lovense Hush o el Picobong Remoji Surfer , hasta aquellos con estructura cónica o esférica que aumenta de tamaño progresivamente imitando las bolas tailandesas ( Satisfyer Lolli Plug ). ¡Y cuidado! porque también los hay innovadores y con una exclusiva función calor que aumenta el placer, es el caso del Tilt de Lora DiCarlo , un todoterreno que es plug anal, estimulador del punto G, clítoris y perineo en un solo juguete.
- ¿Prefieres un vibrador anal clásico ? Ergonómicos, fabricados en silicona hipoalergénica y con una textura muy suave, te proponemos los LELO Loki o los LELO Billy 2 , tan delicados como precisos.
¿Para qué son?
Los vibradores anales se utilizan para estimular la zona anal de forma eficaz, cómoda, segura y sin dolor. Son la herramienta perfecta para principiantes, para dilatar los músculos y para diferentes niveles de experiencia sin poner en riesgo tu salud. Fabricados en silicona hipoalergénica totalmente respetuosa con el organismo y compatible con todos los lubricantes a base de agua y también con algunas siliconas, los vibradores anales son la forma ideal de disfrutar sin miedo de todo el placer que esconde el ano.
¿Quién puede usarlo?
¿Tienes un ano, entonces tú! Ese es el único requisito para poder utilizar un vibrador anal. No se requiere ningún curso de posgrado ni licencia de montacargas. Como hemos visto, existen unos específicos para la anatomía masculina y otros pensados para cualquier tipo de cuerpo. Elige el que más te convenga y te explicamos cómo debes utilizarlo.
Cómo utilizar un vibrador anal paso a paso
Aunque, como hemos visto, existen diferentes tipos de vibradores anales, los pasos a seguir para su uso son siempre los mismos. Si es tu primera vez es conveniente que tengas paciencia y prepares el terreno, porque una experiencia negativa puede hacer que no vuelvas a intentarlo y entonces, créenos, te estarás perdiendo algo genial. Para evitar malas experiencias, recuerda que la estimulación anal solo es dolorosa si no la estás haciendo correctamente, es decir, si el nivel de relajación, excitación y lubricación no es el adecuado.
La relajación es esencial
Es útil entender primero cómo funciona la musculatura anal para entender por qué es imperativo que esté relajada para una estimulación sin dolor. Tu ano, como todo el mundo, tiene dos esfínteres, uno externo que controlas voluntariamente y otro interno que se contrae automáticamente. Si el recto está contraído, la penetración será dolorosa. Por lo tanto, la relajación es esencial para una estimulación placentera. Estimular la zona externa lentamente es fundamental para conseguirlo.
Comience con una estimulación manual
Si esta es tu primera incursión en el mundo de la estimulación, empieza por explorarte a ti mismo. La ducha, por ejemplo, es un lugar excelente para hacerlo: cómoda, cálida, húmeda y sin ropa. Intente masturbarse como lo hace normalmente hasta que esté lo suficientemente excitado. Luego use un dedo para abrir su ano, introdúzcalo un poco, sostenga y suelte. Este es un ejercicio fantástico para conocer tu cuerpo y ayudar a relajar y dilatar tu ano. También puedes optar por la cama u otro lugar donde te sientas cómoda. Si estás en pareja, pídele que te acaricie con la yema de los dedos haciendo movimientos circulares alrededor del ano ya lo largo del perineo, lamiéndolo, o metiendo lentamente un dedo (siempre con abundante lubricante) y haciendo círculos.
ir poco a poco
Aquí no vale la pena apresurarse, la dilatación de los músculos lleva su tiempo. Tampoco debes tirarte a la piscina con el vibrador más grande que encuentres en el mercado. Poco a poco, esa es la clave. Comienza con estimulación manual y un pequeño enchufe y aumenta la intensidad suavemente, el objetivo valdrá la pena. Lo mejor de los vibradores anales es que tienen la textura y la forma adecuadas para una inserción sin dolor. Con un extremo cónico, cuando se sienta en forma, comience insertando muy lentamente el juguete y encontrando la posición correcta y más cómoda antes de poner en marcha las vibraciones.
Con un extremo cónico, cuando se sienta en forma, comience insertando muy lentamente el juguete y encontrando la posición correcta y más cómoda antes de poner en marcha las vibraciones.
Nuestros consejos para disfrutar usando un vibrador anal
- Recuerda que si doliera, no sería la tercera práctica sexual más extendida en el mundo.
- Deshazte de los miedos y prejuicios.
- El secreto para disfrutar de esta zona erógena es lubricar, relajar y dilatar.
- Hay que tener ganas, estimular el ano es muy placentero pero no obligatorio (nada es obligatorio en el sexo).
- Comience siempre con caricias externas, utilizando la yema de los dedos y caricias circulares alrededor del ano y el perineo.
- Combina estimulación anal y genital.
- Antes de insertar el vibrador en el ano, asegúrese de estar muy excitado.
- No tengas prisa, la estimulación anal debe ser gradual.
- Elige el vibrador anal más adecuado para ti, según tus gustos y nivel de experiencia.
- Cuida mucho la higiene
Siempre use lubricante
Y llegamos al punto clave: la lubricación. Porque aunque lo hayamos repetido mil veces lo vamos a volver a hacer. El ano, a diferencia de la vagina, no se lubrica de forma natural. ¿Y eso qué quiere decir? Pues intentar estimular el ano sin un buen lubricante en lugar de placentero será doloroso y molesto. ¿Recuerdas la escena de ‘El último tango en París’ en la que Marlon Brando usa mantequilla para penetrar analmente a Maria Schneider? Bueno, eso no es una buena idea (ni lo era filmarlo sin el consentimiento de la actriz, por supuesto).
Tanto el ano como los genitales tienen mucosas y un pH natural diferente al del resto del cuerpo. Cualquier producto que vayas a aplicar en estos ámbitos debe tener unas garantías y haber pasado unos controles de calidad. Así que, nada de remedios caseros y opta por un buen lubricante anal compatible con juguetes sexuales (todos los lubricantes a base de agua lo son).
Además de reducir la fricción y humedecer el área facilitando la relajación y dilatación de los músculos anales, la aplicación del lubricante puede ser un buen momento para comenzar la estimulación. Primero caliéntalo un poco con la mano y con los dedos índice y medio, aplícalo en la zona anal con un suave masaje circular.
Ni sucio ni inmoral ni pecaminoso ni práctica exclusiva de los homosexuales, el ano, lleno de terminaciones nerviosas, es una zona erógena común a todos los cuerpos, géneros e identidades. ¡Disfrútala!